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El buen gusto ladrillo a ladrillo

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A primera vista parece un restaurante con una buena terraza, uno de esos buenos sitios para pasar una tarde con los amigos, pero en realidad es un hotel boutique que da refugio tanto a los capitalinos como a los foráneos que buscan pasar una o varias noches en uno de los sitios más inn de la ciudad de México.

Tiendas donde reina el diseño, restaurantes de alta gastronomía y galerías de arte lo demuestran.

Localizado justo en el corazón de la colonia Roma, en la emblemática calle de Orizaba, el Hotel Brick refleja en sus muros, en los nombres de sus centros de consumo y en su decoración su historia.

Su nombre

Brick: Esta vieja casona, edificada a principios del siglo 20, perteneció al Presidente del Banco de Londres en México y fue construida con ladrillos (bricks) traídos por el británico desde el Reino Unido.

Sus restaurantes

Con el tiempo la propiedad paso a manos de la madame Olivia quien la utilizaba como una casa de citas a la que, se dice, acucian políticos y personajes destacados, en honor a esa mujer su restaurante lleva el mismo nombre.

Desde la calle es lo primero que se ve una amplia terraza con calentones para los días fríos. La Lonchería Olivia, se encuentra abierto tanto para desayunos, comidas y cenas, una carta estilo deli neoyorquino; incluso en las tarde es común ver a la gente tomando café o una copita.

Después la famosa casa se convirtió en la cerrajería La Moderna, nombre que se le ha dado al restaurante gourmet de cocina  tradicional francesa que tiene el toque característico del Chef Richard Sandoval. Abierto comida y cena.

Un toque decorativo que hace remembranza a los 40 años de la cerrajería es una instalación de llaves que cuelgan de cordones rojos en las escaleras que comunican el lobby con el bar.

Hospitalario

La casona ha sido declarada Patrimonio Cultural por el INBA, hoy su decoración minimalista crea ambientes que invitan al descanso y confort de sus huéspedes.

En el lobby las lámparas de maniquís con cintas métricas, llaves antiguas y candelabros, un estilo ecléctico con toques ingleses y elementos mexicanos. Parte del mobiliario fue mandado a hacer a la medida, aunque no faltan los muebles antiguos que fueron reformados.

El hotel cuenta con 17 habitaciones, cuatro PH lofts con terraza, y tres suites. Cada una tiene diseños únicos y llevan nombres representativos de la zona, como la suite principal La Romita, que tiene techos de doble altura, un baño amplio, dos televisiones LCD, una sala. Para quienes les preocupa el tráfico y el ruido del bar o la calle todas las habitaciones cuentan con  doble vidrio.

Todo esto ha sido pensado y diseñado para ofrecer toda una experiencia en la que se crean sensaciones, se respeta el entorno y se celebra la conciencia del individuo.

Además, ofrece: menú de almohadas, aromaterapia y tratamientos de spa al cuarto, un gimnasio pequeño pero muy completo, y un canal de nado de 25 metros.

www.hotelbrick.com